Lo que semeja estar teniendo es un ataque de ansiedad. Las contracturas musculares en la cara son recurrentes en esta clase de inconvenientes. Aquí se aconseja asistir a un experto en salud psicológica (un psiquiatra) para recibir el régimen conveniente.
“Empezó hace diez años. Se encontraba sentado en el transcurso de un seminario en un hotel y este sentimiento brotó de la nada. Sentí que me moría. Para mí, un acceso de pánico es prácticamente una experiencia beligerante. Siento que me estoy volviendo ido. Me hace sentir que estoy perdiendo el control de una forma extrema. Mi corazón late de forma fuerte, todo semeja irreal y hay una fuerte sensación de muerte inminente. Entre un ataque y otro hay este miedo y ansiedad de que volverán. Intentar huír de esos sentimientos de pavor puede ser cansador”.
Los síntomas más frecuentes de un acceso de pánico son: Sudoración, palpitaciones, mal en el pecho, mareos o aturdimiento Náuseas o inconvenientes estomacales, sofocos o escalofríos, contrariedad para respirar o sensación de ahogo, hormigueo o entumecimiento temblores o temblores, sentirse irreal, aterrorizado, sentirse fuera de control o volverse desquiciado, temor a fallecer.
¿De qué manera contribuir a un individuo en el transcurso de un acceso de pánico?
Para respaldar a un individuo que experimenta un acceso de pánico o un ataque de ansiedad, puede realizar lo siguiente:
- Quédese con la persona y sostenga la tranquilidad: Es esencial no ingresar en pavor y entender que existen muchas formas de asistir a quien padece el ataque. Esto asimismo supone charlar de forma fácil y en frases cortas a fin de que sea mucho más simple de comprender para la persona. Además de esto, para contribuir a impedir una mayor agitación, es esencial no realizar movimientos bruscos y accionar de forma sosegada y predecible.
- Preguntar a la persona qué precisa ahora mismo: No todas y cada una la gente experimentan la ansiedad o los asaltos del mismo modo. No acepte que solo hay una manera de asistirlo, pero pregúntele a la persona directamente y clara de qué forma precisa asistencia: «¿De qué forma puedo asistirlo?». «¿Qué precisas?». Si sabes que la persona padece estos asaltos, asimismo puedes hacerle una pregunta en sus instantes de tranquilidad.
- Haz ejercicios para achicar la ansiedad:
- Para contribuir a la persona a calmarse, puedes lograr que se concentre en la respiración. Esto quiere decir que tienen la posibilidad de inhalar y exhalar juntos con tranquilidad y hondura. Puedes decir: «Respiremos juntos mientras que contamos hasta diez», y esto se puede reiterar múltiples ocasiones.
- Asimismo tienen la posibilidad de efectuar tareas repetitivas que centren la atención en algo distinto al ataque y que activen el cuerpo, calmando a la persona: “Levantemos juntos los brazos sobre la cabeza”, contando hasta diez.
- Respaldar a la persona a fin de que busque asistencia técnica: En el momento en que pase la crisis, puedes charlar con la persona sobre la oportunidad de localizar asistencia técnica para lograr enfrentar el inconveniente de una manera mucho más sistemática. forma.