Asimismo tienen la posibilidad de cavar, morder, roer elementos, rociar orina o montar a otros conejos y si se sostienen en suelos de tierra tienen la posibilidad de cavar túneles profundos. Un conejo bien socializado solicita regalos, está activo, da vueltas al dueño y se sienta en su regazo, aun lamiendo sus manos.
Lleva por nombre hechizo a una fórmula o expresión mágica que siendo pronunciada te deja conseguir lo que solicitas. Un hechizo, en este marco, es el acto y resultado de conjurar: invocar la asistencia de algo sobrehumano, expresar exorcismos.
Los hechizos dejan efectuar acciones mágicas, como publicar un hechizo. Asimismo se usa para espantar diablos o pésimos espíritus. Este género de acciones sobrepasan la razón y la lógica: es por este motivo que la aparición de los hechizos acostumbra ponerse un límite al campo de la ficción o de las opiniones sobrenaturales. Un individuo racional parada en la mitad de un incendio, por poner un ejemplo, no recurrirá a un hechizo para apagar las llamas, sino procurará un extintor o va a llamar a los bomberos.
Lista de hechizos de Harry Potter
Este hechizo se emplea para desbloquear cerraduras y abrir puertas. Voldemort lo usó para irrumpir en casa de los progenitores de Harry Potter y asesinarlos.
Entre las 3 maldiciones inexcusables. Hace un destello de luz verde y su efecto es mortal. Harry Potter es el único sobreviviente popular de este hechizo, que le dio su rayo característico.
Del empleo privado al ritual y la popularización
Este empleo privado, salvo referencias recluidas como la de Alletz, no hace aparición habitualmente en las publicaciones gallegas hasta mediados del siglo XX. Pero hay individuos insignes en los que se teje el hilo candente, desde la medicina campesina hasta el centro de cualquier celebración habitual. Eligio González, principal creador de la mítica taberna viguesa, contaba en los años 80, antes de su muerte, de qué manera de niño veía abrasar aguardiente en las comidas sacerdotales donde acompañaba a su tío cura. Y décadas después, transformado en el «Calentador Mayor de Galicia», terminaría siendo entre los enormes profesores de liturgias de otros individuos clave en esta invención del mito, como Álvaro Cunqueiro, José María Castroviejo o Manuel Fraga. Nuestro avance económico asimismo fue primordial para comprender esta popularización, en tanto que modelos como el azúcar, clave del gusto de los quemados, eran un bien poco en la primera mitad del siglo XX. Y exactamente el mismo hecho de abrasar alcohol, apunta Castro, era un «despilfarro que no se podía aceptar en varios hogares».
En la taberna viguesa, y asimismo en otros de los varios sitios donde compartieron, Cunqueiro, Castroviejo, Laxeiro, Lugrís o Blanco Amor han comenzado a crear este ritual cerca de la cazuela. Y asimismo discuten qué se puede añadir, y qué no, a las «quemaduras mucho más genuinas y lícitas». Como apuntaba Carlos Alonso del Real en la gaceta Graal, en 1972, Castroviejo creía que el grano de café, un ingrediente común hoy día, era una «horrible herejía actualizada». Es en este contexto que asimismo se muestran los primeros hechizos. “No son enormes creaciones poéticas, pero tenían alguna felicidad y éxito habitual”, recuerda Xavier Castro. Entre los mucho más populares (Mouchos, curuxas, ranas y brujas…) fue desarrollado en 1967 por Mariano Marcos Abalo, un artista polifacético que asimismo contribuyó a su popularización entre los turistas.