Es el arte de excitar nuestros sentidos, nuestro entendimiento, por medio de juegos de manos, de manera coloquial llamados ?trucos?. La magia y el cerebro están íntimamente relacionados. La magia es la ilusión de la percepción y la percepción tiene rincón en nuestro entendimiento.
Aseguran que la magia está en todas y cada una partes, o eso dicen. Las ramas de la ciencia siempre y en todo momento estuvieron libres de esas disciplinas incontrolables que escapan a la cabeza oa la razón humana. ¿Y si la psicología y la magia se juntaran en algún punto del sendero? ¿Sería viable?
Ciertos charlan de psicomagia o neuromagia basándose en algunas restricciones humanas como el fantasma visual. La investigación conjunta de ilusionistas y científicos cognitivos se enfoca en el movimiento ocular, los límites del sistema visual, el autoengaño o la atención.
La magia está en el cerebro
Es jocoso: en un espectáculo de ilusión, admitimos con gusto el engaño. Hay un convenio implícito entre el mago y el espectador. Según este pacto, a lo largo de la duración del espectáculo, el espectador está presto a opinar.
Entendemos que los magos juegan con nuestra cabeza a su antojo y que la magia no es verdadera. Aun de esta manera, nos divertimos actualmente. Que el público. Los neurólogos y psicólogos tienen la posibilidad de hallar otro empleo para el arte de hacer ilusiones mágicas. Estudian la percepción, la atención, la memoria… al fin y al cabo, los límites del cerebro.
“Ojos que no ven… err”
Para argumentar la ceguera al cambio citada previamente, el neurocientífico Stephen Macknick nos enseña un vídeo que puede parecer una broma de cámara esconde, pero de todos modos era hecho para hacer un ensayo muy esclarecedor sobre este suceso.
En el vídeo se puede observar a un turista pidiendo asiste para múltiples personas en la calle a fin de que le señalen una dirección. La multitud se nucléa en buscar esa calle en el mapa y no nota que el turista cambió a otra (no muy distinta en fachada), en el momento en que levanta la visión del mapa no nota el cambio.
Alivio de la ansiedad
Según las teorías de control y alivio de la ansiedad, la gente apelan a las opiniones mágicas en el momento en que hay una sensación de indecisión y riesgo potencial y poco que llevar a cabo sobre esto. La magia se usa para volver a poner una sensación de control. En acompañamiento de esta teoría, la investigación señala que el accionar supersticioso se invoca con una mayor frecuencia en ocasiones de prominente agobio, en especial por la parte de personas con un mayor deseo de control.
Se ofrece que una razón (pero no siempre la única) de la persistencia de los rituales mágicos es que el ritual activa sistemas de supervisión y precaución, o sea, que los rituales causan su empleo creando un sentimiento de inseguridad y después proponiendo como cautelas. Pascal Boyery y Pierre Liénard ofrecen que los rituales de manera consiguen desenlaces al degradar la meta y el enfoque atencional en la representación de nivel inferior.