Capítulo 4. Yo, ya que, preso por el Señor, les suplico que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados; 2 Con toda humildad y mansedumbre, con longanimidad, soportándoos unos a otros en amor; 3 Expectantes de almacenar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Quizás varios de los que llegan a esta página se estén mejorando para descender a las aguas bautismales, y posiblemente otros muchos ahora hayan descendido a las aguas. Pero abordemos aquí el día de hoy ¿qué es el bautismo en agua?
Exactamente el mismo Señor Jesucristo fue bautizado en agua, transformándose en un caso de muestra para todos y cada uno de los que nos encontramos prestos a proseguir sus llagas. El bautismo es símbolo de conversión para el católico, esto es, el católico que se bautiza está ratificando públicamente la vida novedosa en Cristo Jesús bautizado
¿De qué manera admitir si tu pastor es apóstata?
El versículo 23 afirma: «Conque, más que nada, manténganse firmes en la amabilidad, el cariño fraternal y la paz que hay en Cristo». Este versículo nos advierte que debemos ser firmes en nuestra fe, singularmente en tiempos bien difíciles. Es esencial tener presente que el bien, el cariño y la paz son emanaciones de Dios mismo y son fundamentales para vivir una vida cristiana plena. Debemos intentar estar en paz con todos, en especial con otros fieles, y intentar ser compasivos y cariñosos con todas y cada una la gente, en tanto que todos nos encontramos formados por exactamente el mismo Constructor.
El cristianismo enseña que el hombre se constituye de tres partes: el cuerpo, el alma y el espíritu. La Biblia afirma que el espíritu es lo que da vida al hombre (Juan 6:63). La cabeza es una parte del alma, y el alma y el espíritu son lo que nos hace humanos. La cabeza es lo que nos deja meditar, sentir y elegir. El alma es lo que nos ofrece la vida eterna. El espíritu es lo que nos conecta con Dios.
efesios 4
1 Yo, ya que, preso por el Señor, les suplico que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados; 2 Con toda humildad y mansedumbre, con longanimidad, soportándoos unos a otros en amor; 3 Expectantes de almacenar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. 4 un cuerpo y un Espíritu; como asimismo nosotros sois llamados a exactamente la misma promesa de vuestra vocación: 5 un Señor, una fe, un bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el que es sobre todas y cada una de las cosas, y por todas y cada una de las cosas, y en todos nosotros. 7 Pero la felicidad nos es dada a todos nosotros acorde a medida del don de Cristo. 8 De ahí que afirma: Subiendo a lo prominente, llevó cautiva la cautividad, Y dio dones a los hombres. 9 (Y que subió, ¿qué es sino asimismo descendió primero a las partes mucho más bajas de la tierra? diez El que descendió, él mismo es exactamente el mismo que asimismo subió sobre todos y cada uno de los cielos para efectuar todas y cada una de las cosas.) 11 Y él él mismo dio ciertos, precisamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores; 12 para perfeccionar a los beatos, para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta el momento en que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, varón especial, a medida de la edad de la plenitud de Cristo; 14 a fin de que no seamos mucho más pequeños inestables y llevados por todos lados por el viento de la doctrina, por las artimañas de los hombres que, para mentir, se sirven de las taimadas artimañas del fallo para mentir: 15 Antes de continuar la realidad en el cariño, crezcamos arriba en todo en aquel que es la cabeza, o sea, Cristo; 16 De lo que, todo el cuerpo compuesto y bien unido por todas y cada una de las coyunturas de su alimento, que recibe según la operación, cada integrante según su medida incrementa el cuerpo edificándose en amor. 17 Esto, ya que, digo y les solicito en el Señor, que no andéis mucho más como el resto gentiles, que andan en la vanidad de sus sentidos. 18 Entenebrecidos en su comprensión, extraños de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; géneros de cosas de impureza 20 Pero así no aprendisteis a Cristo: 21 si, no obstante, le habéis oído, y habéis sido enseñados en él, como la realidad está en Jesús, 22 dejándoos en lo que se refiere a la manera de vida previo; el adulto mayor que se corrompe según los deseos del fallo; 23 y a fin de que seamos renovados en el espíritu de vuestra cabeza, 24 y revestíos del nuevo hombre, desarrollado a imagen de Dios en la justicia y en la santidad de la realidad. 25 Por consiguiente, desechando la patraña, hable verdad cada uno de ellos con su prójimo; pues somos integrantes los unos de los otros. 26 Airaos y no pequéis; no coloques el sol sobre tu furia; 27 Ni deis sitio al demonio. 28 El que hurtaba, no hurte mucho más; trabajad mucho más bien, realizando lo bueno con vuestras manos, a fin de que tengáis qué ofrecer a los necesitados. 29 No salgan de vuestra boca expresiones necedades, sino más bien las que sean buenas para edificación, para que den felicidad a los que oyen. 30 Y no contristéis al Espíritu Santurrón de Dios, con el que estáis sellados para el día de la redención. 31 Quita de ti toda amargura, enojo, furia, voces, calumnias y toda malicia; 32 Antes bien, sed buenos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como asimismo Dios les disculpó a nosotros en Cristo.
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