Los sufrimientos tienen la posibilidad de ser útiles a los fieles, por el hecho de que mediante ellos se prueba su fe. De esta manera lo corrobora san Cipriano con el artículo del Salmo 50, de 1963, a sabiendas de que: «Todos y cada uno de los hombres buenos y justos tienen que padecer mucho más, pero tienen que aguantar el padecimiento pues por él son probados»64.
San Cipriano de Antioquía tuvo una conversión muy increíble. Vivió en el siglo III, practicaba el ocultismo y era un hechicero bien conocido. Diríase que ha podido ver a Satanás y que le charló.
Sería bien difícil para un individuo tan distanciada de Dios meditar en ser católico, pero para San Cipriano la conversión fue extremista y lógica.
Contenido
- 1 Tu vida
- 2 Persecución de Decius
- 3 La unidad de la Iglesia
- 4 Novatismo
- 5 Los Lapsus
- 6 Rebautismo de los herejes
- 7 Apelaciones a Roma
- 8 Calvario
- 9 Escritos
- diez Doctrina
- 11 Apócrifos
Obispo y mártir. Nada se conoce precisamente sobre su fecha de nacimiento y los primeros años de su historia. En el instante de su conversión al cristianismo, probablemente se encontraba en medio de su historia. Era popular como retórico y jurista, tenía una riqueza notable y, indudablemente, gozaba de una situación privilegiada en la metrópoli de África. Entendemos por San Poncio, su diácono, cuya historia de la vida del santurrón se ha preservado, que su semblante era solemne, pero sin dureza, y alegre, pero sin efusión. Su don de elocuencia es visible en su escritura. No fue un pensador, un pensador o un teólogo, sino más bien un hombre de planeta y gestor, de carácter estable y vigoroso. Su conversión se debió a un sacerdote de exactamente la misma edad llamado Ceciliano, con quien supuestamente se mudó. Antes de fallecer, Ceciliano confió a su mujer y familia al precaución de Cipriano. Siendo todavía catecúmeno, el beato decidió sostener la castidad y repartió la mayoría de sus recursos entre los pobres. Vendió sus características, incluidos sus jardines en Cartago. Estos le fueron devueltos (Dei indulgentia restituti, afirma Poncio), supuestamente adquiridos por sus amigos para devolvérselos; pero los volvería a vender, impulsado por la caza. Su bautismo probablemente sucedió en el año 246, probablemente en la noche de Pascua, el 18 de abril.
Historia de San Cipriano
Por consejo del Padre Cecilio, empleó sus recursos para contribuir a los necesitados, y al cabo de cierto tiempo se ordenó sacerdote y múltiples años después fue nombrado obispo de Cartago.
Cipriano fue atormentado por los emperadores Galieno y Valeriano y fue perseguido en Roma por Cornelio.
Frases primordiales a San Cipriano
San Cipriano es un siervo de Dios que escucha las súplicas de sus leales leales y se las manda a fin de que sean respondidas con mayor prontitud.
Además de esto, tratándose de hechizos y cualquier trabajo de brujería o magia negra, este santurrón siempre y en todo momento te va a ayudar a deshacerlo; puesto que, en vida, efectuó esta clase de práctica antes de transformarse al cristianismo, entonces esto lo va a ayudar a espantar el mal de su historia.
“¿Llegó un católico a la fe para verse inmune a los males?”, pregunta Cipriano.
Halló esta situación demasiado útil para conocer el fondo del corazón: “Qué oportuna y precisa es esta epidemia y esta peste, que nos semeja horrible y mortal, para evaluar la justicia de cada uno de ellos y discernir la pretenciones del pueblo.
En buen criollo: «¡Se ven las gotas en la pista!»