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Por qué hay gente que no recuerda su infancia

De pequeños tenemos la posibilidad de almacenar ciertos recuerdos que se borran en el momento en que dejamos la niñez, este fenómeno tiene por nombre ‘amnesia infantil’. Una hipótesis es que quizás la corteza prefrontal del cerebro no contribuya apropiadamente a la capacitación de la memoria en edades muy tempranas.

Escasas cosas marcan tanto a un individuo como haber vivido por traumas infantiles. Ninguna etapa de la vida de un individuo es tan intensa o vulnerable como la niñez. Nuestras vivencias infantiles tienen un peso definitivo en nuestra personalidad y en nuestra forma de sentir y accionar. Por ende, en el momento en que padecemos un trauma en la niñez, puede conducir una carga colosal durante nuestra vida.

De la misma en la edad avanzada, existen muchas causas que tienen la posibilidad de conducir a un trauma en la niñez. No obstante, no es requisito recurrir a las situaciones mucho más extremos, como la crueldad o el abuso sexual, para charlar de traumas infantiles; Estos traumas tienen la posibilidad de ser ocasionados ​​por otros muchos fundamentos, como la carencia de arraigo o de aprecio.

Efectos sociales y culturales

No obstante, la mayor parte de las indagaciones sobre el papel del lenguaje se centran en una manera especial de expresión llamada narrativa y su función popular. En el momento en que los progenitores recuerdan acontecimientos pasados ​​con pequeños pequeñísimos, implícitamente les enseñan capacidades para contar historias: qué género de acontecimientos importan para rememorar y de qué forma estructurar la charla sobre ellos de forma que otros logren comprender.

En contraste al fácil recuento de información con objetivos fácticos, las memorias viran cerca de la función popular de comunicar vivencias con el resto. De esta manera, las historias familiares sostienen la disponibilidad de la memoria en todo el tiempo y asimismo incrementan la congruencia de la narración, introduciendo la cronología de los hechos, su temática y su nivel de emoción. Las historias mucho más congruentes se recuerdan mejor. Los mayores maoríes tienen los recuerdos de niñez mucho más largos (2,5 años) de todas y cada una de las sociedades estudiadas hasta la actualidad, merced al estilo muy elaborado de los progenitores maoríes para contar historias familiares.

¿Qué causa el trauma infantil?

Existen muchos acontecimientos o ocasiones que tienen la posibilidad de ocasionar un trauma en la niñez, que nos puede continuar afectando bastante en la vida adulta. Ciertos son mucho más conspicuos que otros pues hubo mucho más enfrentamiento popular sobre ellos, tanto por su régimen en los medios como por medio de la legislatura.

Pero el resto no tienen ese peso de reconocimiento popular, por de esta manera decirlo, y asimismo tienen la posibilidad de ser realmente perjudiciales.

En el momento en que el bebé nace ahora tiene una memoria principiante por el hecho de que las neuronas encargadas de este fin empiezan su avance en el último trimestre del embarazo. Puedes iniciar por rememorar los fragancias. Su fragancia preferido es el de su madre y el de la leche de la mamá, mientras que comienza a rememorar y admitir voces y ciertas caras conocidas, sin saber lo que son, o sea, de un recuerdo inconsciente.

Es un desarrollo de construcción gradual y complejo hasta transformarse en una herramienta primordial para distintas ocupaciones en la vida.

Esta vez vamos a hablar de los instantes por los que pasa el avance de la memoria infantil:

Trauma

La mayor parte de los siquiatras y psicólogos comentan que es realmente difícil olvidar un situación de abuso, castigo o pérdida de un familiar en nuestra niñez. La amnesia traumática sucede solo en casos clínicos severos. Aun, en ocasiones, es realmente difícil recobrar esos recuerdos de niñez silenciados. De manera frecuente se mezclan con falsos recuerdos. Se crea una confusión complicada donde se intercalan hechos reales con sus interpretaciones. Los fallos que de todos modos jamás sucedieron asimismo juegan un papel clave en la mala interpretación del pasado. Son, indudablemente, casos clínicos que necesitan asistencia técnica.

No obstante, lo más frecuente es rememorar cada aspecto, cada ademán y cada aspecto de esos hechos pasados. Pero se puede decir que una niñez infeliz no conduce siempre a una madurez marcada por la infelicidad. El hombre tiene una capacidad para soportar la adversidad, estudiar y emplear técnicas de afrontamiento. Esta actitud, este esfuerzo lleva por nombre resiliencia.

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