Va a estar libre en Disney+ y Hotstar.
Está mucho más que probado que hay 2 cosas inviábles de hallar en el cine. Haz una aceptable película fundamentada en un juego de plataformas y también procura vencer a El Exorcista, la mejor película de terror de siempre. El Exorcismo de Dios, la novedosa película de Alejandro Noble, creador de La vivienda del fin de los tiempos, procura llevar a cabo esto último y fracasa clamorosamente, exactamente la misma directivos como John Boorman y Paul Schrader o William Peter Blatty, el difunto creador de la novela donde se fundamenta el tradicional de William Friedkin.
Esta novedosa copia económica de El exorcista se une a tres consecuencias oficiales, tal como a títulos viles como El anticristo, El exorcismo de Emily Rose, El último exorcismo, El rito, Con el demonio adentro, La posesión, Líbranos de Evil, The Possession of Deborah Logan, Exorcism in the Vatican, #exorcism, The Crucifixion, Reincarnation, The Possession of Hannah Grace, The Exorcism Project y un sinfín de películas de Corea y también India que procuran aprovecharse del demonio y sus víctimas, concluyen hasta ser derrotado.
Ore por el demonio: Jacqueline Byers halla su obsequio
La película cuenta la narración de Ann (Jacqueline Byers), una muchacha monja que, según el psiquiatra Peters (Virginia Madsen, ) , padeció daños a manos de su madre pues se encontraba poseída. el medico Peters no le cree totalmente, puesto que a su madre le han diagnosticado esquizofrenia, pero Ann está persuadida de que había algo mucho más.
Ann es una muchacha rebelde y audaz muy querida por los enfermos, singularmente por Natalie, (Posy Taylor) una pequeña que piensan que está poseída y oculta un horrible misterio.
Sobre La luz del demonio
Esta vez, la película ofrece a las mujeres la posibilidad de ser personajes principales y heroínas. De esta manera, en esta novedosa producción de Stamm, quien efectúa los exorcismos es una monja, Sister Ann. No obstante, el mayor inconveniente de esta película es que no contribuye nada nuevo a este subgénero del terror tan utilizado y visto desde El exorcista, de William Friedkin.
La apertura es atrayente en tanto que podemos encontrar a la hermana Ann intentando de consolidar su sitio en una escuela de exorcismo. Supuestamente, las pertenencias demoníacas son una plaga o un nuevo virus en el mundo entero. Al punto que la iglesia crea un centro para conformar curas con la técnica mística para socorrer estas ánimas en desgracia.
¿Qué prosigue? El Exorcista X-Men
El enorme inconveniente de las películas del subgénero del exorcismo es que prosiguen realizando exactamente el mismo género de películas tal y como si estuviésemos atascados en los años 70, en el momento en que William Friedkin estrenó su conocida película. Pero la sociedad de esa temporada precisamente no guarda relación con la nuestra. Para ofrecer un caso de muestra, en la película El exorcista de Friedkin, la mujer se encontraba divorciada, lo que sugería que esta podría ser una de las razones por las cuales era mucho más posible que el demonio entrara en su casa. No obstante, ¿a quién le importaría tal elemento el día de hoy? La sociedad de la cual formamos parte es considerablemente más descreída en este aspecto (quizás en otros no) y es obvio que la película no tiene presente estos puntos, creíbles solo para seguidores católicos sexagenarios (un objetivo que precisamente no es al que apela). a).
No obstante, Pray for the Devil prosigue rigurosamente exactamente las mismas cosas que vimos mil ocasiones antes. Y como semeja que por deber debe dar algo nuevo al género y no sabe precisamente qué, escoge apostar por un enorme disparate, como es el ámbito en el que se lleva a cabo la película. Estamos con una escuela de exorcistas, al estilo Hables Xavier, donde se forman jóvenes catequistas para lograr combatir contra el demonio en futuros exorcismos. Un disparate espectacular, que quizás se podría haber utilizado con otro tono (como la autoparodia o la furia del padre), pero que en la película es absolutamente deslustrada, rayana en la comedia involuntaria.