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Cómo se llama el diablo de la envidia

Satán y Satán es el nombre muy habitual del demonio, es hebreo y significa contrincante u contrario. Este último nombre forma parte a todos y cada uno de los diablos, pues todos nos persiguen. En el momento en que el enemigo trata de envidiar, lleva por nombre Satanás, pues el envidioso siempre y en todo momento es opuesto a su prójimo, que quiere la infelicidad.

(ZENIT – 12 de noviembre de 2019).- El demonio es receloso de la naturaleza humana, «no puede tolerar» la encarnación: es «la raíz de nuestros males, de nuestras tentaciones, es la raíz de nuestros guerras, apetito, todas y cada una de las catástrofes de todo el mundo”, ha dicho el Papa Francisco en la Misa del 12 de noviembre de 2019, en Casa Santa Marta.

En la homilía, Francisco meditó la primera lectura (Sb 2, 23). -3,9): «Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, lo logró imagen de su identidad. Por los celos del demonio entró la desaparición en el planeta».

Historia

Diríase que Leviatán es un enorme monstruo marino, que fue enviado a la tierra para representar el mal. Su nombre significa «serpiente retorcida» o «pez grande» y esta inexorable criatura surge en la mitad de fuertes tormentas para terminar con todo el que que se cruza en su sendero.

En varias historias se enseña que era una suerte de cocodrilo con incontables escamas que hacían su piel inescrutable a cualquier ataque que recibiese, en otras que tiene mucho más de una cabeza para producir aún mucho más destrucción.

Otros estos sobre la envidia explicados para pequeños

Proseguimos repasando estos fabulosos sobre la envidia. ¿Qué tal estos?:

21. ‘La envidia de un amigo es peor que el odio de un enemigo’. Más que nada pues la envidia de un amigo es una traición grave a alguien en quien confías. No obstante, no esperas nada bueno del enemigo, con lo que no te sorprenderá si te envidia.

¿Qué le pasa a la persona levantada?

Es bastante común cuestionarnos por qué razón el envidioso envidia, pero tendemos a menospreciar el lastre que esto piensa para el envidiado. Dado que el resto te envidien es un auténtico padecimiento, te distancia de la verdad y crea desconfianza.

Hay ocasiones en las que los envidiados ahora no tienen idea quiénes son sus amigos o contrincantes, en quién confiar. Aun empiezan a cuestionarse si su éxito les forma parte o es desagradecido, como dicen los chimentos. Esto puede aun favorecer que un sentimiento victorioso se transforme en una cadena incesante de inseguridades y adversidades.

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