Saltar al contenido
Inicio » Cómo se hace para callar a la mente

Cómo se hace para callar a la mente

Aquieta tu cabeza Lee algo en voz alta. Leer un poema u otro contenido en voz alta puede guiarte bastante a calmarte. Escucha música con todos tus sentidos. Siéntate o recuéstate y escucha un álbum terminado, una sinfonía, una ópera o cuanto quieras. Relaja tus músculos con un barrido corporal.

Relajación muscular progresiva

La mayor parte de nosotros no nos ofrecemos cuenta de cuánta tensión contamos en los músculos hasta el momento en que actúa en dolores de espalda y de cabeza.

  • De qué forma entender si es hora de un «divorcio soñado» con tu pareja

de qué forma aliviar la cabeza de la furia

En el momento en que la multitud En el momento en que En el momento en que en oposición al agobio, varios se dan cuenta de que el agobio puede agravarse al meditar no solo en el agobio presente, sino más bien asimismo en acontecimientos o inconvenientes que sucedieron anteriormente, o aun en acontecimientos que tienen la posibilidad de acontecer más adelante.

Si en algún momento has experimentado esta clase de agobio, posiblemente hayas sentido que exactamente los mismos pensamientos se repiten constantemente en tu cabeza, creando un bucle sin fin y incrementando la preocupación. Este patrón de pensamiento no solo no asiste para solucionar los inconvenientes en cuestión, sino asimismo puede entorpecer con las prácticas saludables que tienen la posibilidad de contribuir a hacer paz interior, como un sueño reparador.

¿De qué manera silenciar la cabeza?

Tranquilidad la cabeza

  1. Cuando comiences a tranquilizarte, tienes que entrenar todos y cada uno de los días.
  2. Siempre y en todo momento respira profundo y retardado antes de empezar, enfocándote en de qué forma el aire entra y sale de tu cuerpo.
  3. Siempre y en todo momento en exactamente el mismo lugar.
  4. Crea ámbito.

Desarrollar aceptación

La aceptación no guarda relación con la resignación. Hablamos de admitir los pensamientos, entender que hay y dejarlos ir.

Si tienes una incomodidad, admite que está ahí, que viene a ofrecerte un mensaje, y listo. No está aquí para quedarse para toda la vida. Agradezca al pensamiento por alertarlo y aprenda a detectar cuándo hablamos de una preocupación fundamentada en la verdad y cuándo es algo que no merece su atención.

¿Disfrutas redactar? Jamás lo pensé, la realidad. Lo hago punto. Desde el instante en que era una pequeña, escribo en mi períodico personal, en ocasiones con mucho más continuidad, en ocasiones con menos continuidad… de ahí que un día me percaté de que lo utilizaba en especial en ocasiones bien difíciles, para dejar caer lastre y dejar conmuevas en el papel.

En verdad, la escritura se frecuenta emplear como procedimiento de organización de los pensamientos. Antes de redactar, pensamos en lo que iremos a redactar y si nos confundimos en el orden o no suena bien, sencillamente lo corregimos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *