7. Completa. Falso. Se puede emplear con gadgets diseñados para realizar trampa.
Destripador de prejuicios principiante Un insulto tiende a ser una palabra (o grupo de expresiones que marchan como tal) que define una manera de ser o de actuar que nos resultaría humillante y de la que acusamos a quien la recibe. Ciertos insultos están desprovistos de un término preciso o cuando menos de su concepto así original (en el momento en que llamamos a alguien hijo puta, por servirnos de un ejemplo, no lo nos encontramos acusando de ser hija de una mujer que se prostituye), pero sí varios de los de empleo común. son un reflejo de los prejuicios sociales. Los insultos tienden a ser discriminatorios contra algún colectivo (racista, sexista, homofóbico, antiedad, gordofóbico, especista…), con la salvedad quizás de expresiones como falso, manipulador, prepotente, etcétera., que son mucho más una definición de accionar considerado. .antisocial que un insulto. , otras como «mala persona» cuya definición es dependiente de los principios morales del remitente y otras que no sabría clasificar (fresno, matao, burro, peinaolivas…). Veo como misión irrealizable que la multitud deje de utilizarlos o los sustituya por otros no discriminatorios, y esa tampoco es mi intención (yo mismo los empleo de forma frecuente). Pero lo que me agradaría llamar la atención son aquellas expresiones o oraciones usadas como insulto que no son sencillamente una salida vacía de contenido (como cabrón, pendejo, hijo puta, estúpido, tonto, etcétera.), sino esencialmente reflejan prejuicios aproximadamente menos inconsciente del emisor. “Insultos” que aun son usados por personas que se juzgan a sí mismas en frente de la discriminación a la que mencionan. Es la situacion de expresiones como fea, gordx*, bicha, negrx (o cualquier etnia), nenaza (u otras expresiones para acusar a un hombre de ser femenino), etcétera., frecuentemente acompañadas de su antecedente “putx/jodidx” y / o tu posterior “mierda” (“puta gordita de mierda”, por poner un ejemplo). Semeja que en el momento en que alguien hace algo que tenemos en cuenta censurable, cualquier palabra «negativa» para enseñar rechazo a ese accionar está justificada. Si, por servirnos de un ejemplo, una tía que tenemos en cuenta nuestra amiga nos traiciona, o un irreconocible sube un vídeo despiadado o discriminatorio a YouTube, es justificable insultarla a las espaldas (o en la cara) llamándola fea o gordita, o negra. o gitana si lo es, o puta/puta si entendemos que la tía es promiscua. Y este no es un caso apartado, sino más bien popularizado. Conozco gente que protege el feminismo y está en oposición a la discriminación a los gorditos, por poner un ejemplo, y no vacilan en criticar a el resto por su apariencia físico o forma de vestir si la tía en cuestión es falsa, manipuladora, despiadado, discriminatoria etcétera. esto tendría múltiples cuestiones sobre esto: si verdaderamente se considera algo importante y digno de mención que una mujer es (para ti) físicamente desapacible, ¿por qué razón se oculta (o aun engaña descaradamente) en todo momento que en teoría fue amiga y amiga? se afirmaron cosas entre ellos (si ese fuera la situacion)? ¿Por qué razón se emplea como arma arrojadiza en el momento en que la relación terminó? Semeja que solo puedes conocer lo que la multitud verdaderamente piensa (o de qué manera son verdaderamente) en el momento en que no les complaces. Y, si la persona en cuestión se considera feminista, ¿por qué razón la fealdad y el peso tienden a ser tan importantes para criticar a las mujeres y tan secundarios en la situacion de los hombres? De todas maneras, no veo de qué manera llegar al punto de agredir llamando a cualquier persona que lleve a cabo o comente algo considerado moralmente reprobable o absurdo como gordito, feo, marica o negro. ¿No es éticamente inaceptable ser misógino, despiadado con los animales, etcétera.? ¿Es dado que él es gordito una adición condenatoria a los hechos? Si yo fuera angosto, guapo, blanco y bien vestido, ¿no sería tan ofensivo o imbécil lo que la multitud afirma o hace? Creo que este género de cosas, más allá de que tienen la posibilidad de tener el efecto inmediato esperado (ofender a la persona agredida), tienen un efecto nocivo en un largo plazo, haciendo más fuerte la discriminación que padecen esos colectivos que son empleados como insulto. Además de esto, no pienso que sea tan inofensivo para la conciencia de la persona que los emplea: si verdaderamente hallas especificaciones como ser musulmán, feo, gordito, gay, marimacho, viejo, joven, drogado o insatisfecho sexualmente como algo ofensivo para utilízalos como insultos en el momento en que se te ocurran al sujeto, pienso que tienes bastante que trabajar si verdaderamente no te consideras un individuo prejuiciosa y discriminatoria.
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Jules Pascin, “el rey de Montparnasse”.