El genuino alivio solo es viable mediante esas lágrimas que fluyen como océanos tibios por una voz quebrada. Los especialistas en psicobiología nos aseguran que escasas formas de proceder nos hacen tan humanos como reír y plañir. En verdad, las dos expresiones sentimentales tienen varios puntos en común.
«Sin tener en cuenta las causas, centrémonos en la manera adecuada de plañir, entendiendo de ahí que un llanto que no entra en escándalo, o que insulta la sonrisa con su similar paralelo y torpe», explicó Cortázar en su Normas para el llanto, normas que el día de hoy tienen la posibilidad de ser primordiales para todos los que precisan un llanto, un llanto que no en todos los casos llega. Antes del coronavirus habíamos normalizado el llanto sin complejos (como defienden estos conocidos), esas lágrimas furtivas que se escapaban en el trabajo y hasta en el Congreso. Aun en El país nipón puedes contratar hombres guapos para desahogarte, y en Novedosa York, los navegantes asistieron a hacer un mapa de la región con los más destacados sitios públicos para plañir. El año que hemos vivido peligrosamente ha disparado escenarios de ansiedad y para muchos esto quiere decir insomnio, para otros vértigo y para bastantes, llanto (a propósito, aun ciertos médicos han reconocido que lloran entre los pacientes).
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Llanto, puerta de inseguridad y tranquilidad
Las responsabilidades laborales, por servirnos de un ejemplo, nos hacen requerir instantes en solitario en los que tengamos la posibilidad plañir unos segundos. Médicos, enfermeros, bomberos, policías… Varios procuran un instante aparte para desahogar dramas, tensiones diarias. No obstante, en ocasiones estos instantes no alcanzan. No hay una «solución» genuina. Hasta el momento en que, de a poco, la sobrecarga, el bloqueo, la ansiedad… Y esa espina que no nos deja respirar.
Lo mismo pasa con los inconvenientes rutinarios. Con las expresiones que callan. Pérdidas que no se encaran. Con el mal que bombea pero se esmera por esconder. ¿Por qué razón nos cuesta tanto soliciar asistencia? ¿Por qué razón el llanto sensible nos hace sentir tan atacables frente otra gente?
Requerimos alivio y el llanto puede asistir
Al reprimir nuestras lágrimas, tenemos la posibilidad de estar haciéndonos daño. Los sentimientos no procesados asimismo son un sendero esencial hacia la depresión, afirmaron estos especialistas.
“Plañir es una manera fundamental de alivio”, y procesar la pérdida, la indecisión y el agobio de la pandemia es vital, ha dicho Orloff.
Charla prominente
El segundo consejo que sugiere Fabiola Grutas es charlar prominente. Es un paso que puede parecer sencillísimo, pero charla con independencia de las causas que te intranquilizan, preocupan, entristecen, etcétera. Esto va a ayudar a conectar con esas conmuevas. Tómese su tiempo a lo largo de esta práctica. Cierra los ojos si es requisito y nota de qué manera la obstrucción necesita ventilación, normalmente por medio del llanto.
Puedes realizar este paso con alguien de seguridad, con un especialista que escuche y comprenda la situación, o aun en frente de un espéculo. Con independencia de la situación que escojas, debe ser alguien que promueva la escucha activa. Sí, si bien lo hagas contigo misma en oposición al espéculo. Es requisito comprender las causas para conectar con las conmuevas y de este modo desquitarse.
No lo ridiculices
Hay una alguna inclinación en el momento en que observamos a alguien plañir, a llevar a cabo sonidos o movimientos que tienen la posibilidad de abochornar a quien está expresando su emoción.
En el momento en que estamos tristes y, como expresión sensible, lloramos, requerimos sentir que al llevarlo a cabo, nos encontramos reaccionando apropiadamente y si la reacción de la otra persona nos hace sentir vergüenza por plañir, el sentimiento de insuficiencia nos puede conducir a denegar el llanto y cualquier otra expresión sensible. (Puede leer mucho más sobre la expresión sensible saludable de la furia cliqueando en él)